Agonizando y sin salida

Luego de conocerse que la inflación de marzo fue del 6,7%, el Gobierno aparenta querer insistir con lo que nos ha traído hasta aquí en materia inflacionaria.

Archivo - Alberto Fernández y Cristina Kirchner Foto NA: DAMIAN DOPACIO



Esta semana hemos sido testigos de una nueva muestra de fracaso del gobierno de Alberto Fernández. El índice que marcó un 6,7% de inflación para Marzo hizo recordarnos que las “heladeras llenas” y las “parrillas encendidas” siguen siendo por ahora un anhelo de difícil concreción.

Los fracasos en las medidas de gobierno no causarían tanta alarma si quienes las llevaron adelante no insistiesen en reiterarlas una y otra vez con la fe puesta en que a pesar de intentar probar nuevamente la misma receta, los resultados por alguna inexplicable razón serán diferentes.

Un sinfín de planes oficiales en pos de controlar precios, cierre a las exportaciones de carnes, amenaza a empresarios y un dólar que se atrasa cada vez más, no parecen ser sinónimos de éxito en la lucha del gobierno contra la inflación.

Lo insólito es que luego de conocerse el dato de inflación de marzo, el Gobierno aparenta querer insistir con lo que nos ha traído hasta aquí en materia inflacionaria.

El precio de los alimentos es lo que más preocupa: solo en el tercer mes del año el aumento fue del 7,2%, incluso más elevada que la inflación general. Cuando uno analiza los últimos doce meses, los datos lejos están de ser esperanzadores: la inflación fue del 55,1% y la del rubro alimentos incluso fue superior llegando al 59,7%.

Lo más icónico es el precio del asado. Durante el gobierno de Alberto Fernández el incremento de precios en este corte cárnico ha sido de 235%. Parece que las promesas de campaña difícilmente puedan cumplirse.

A pesar de la contundencia que muestran los números, el gobierno no parece haber reaccionado más que con un lamento. Si bien todos esperábamos datos similares (incluso el propio Máximo Kirchner y hasta Martín Guzmán habían anticipado lo dramático que resultaría el dato inflacionario de Marzo) también uno se mantiene a la expectativa de la reacción oficial ante semejante alarma.

El que si reaccionó fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quién anunció su colaboración en esta “guerra contra la inflación”. Su propuesta antiinflacionaria fue algo ridícula: anunció más ferias barriales, más almacenes de cercanía, más controles de precios y una aplicación móvil para encontrar las ferias más cercanas. Absolutamente sensacional.

Cuando un médico tiene el diagnóstico incorrecto, todos los tratamientos que lleve adelante con el paciente no harán otra cosa que empeorar su salud. Mientras el gobierno no comprenda las correctas causas que hacen que vivamos en un esquema de alta inflación, cada medida que tomen no harán otra cosa que empeorar una realidad que no da para más.

Análisis por Manuel Adorni.

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