NEUQUÉN (ED). — El ex concejal por el PJ de la ciudad de Neuquén y actual secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, venía protagonizando una alta exposición mediática en la provincia de Neuquén, en función de su consabida carrera electoral a 2023, año en el que una vez más intentará ser candidato a gobernador.
Sin embargo, ni bien comenzaron los piquetes de los autoconvocados de la Salud -junto con agrupaciones piqueteras, activistas mapuches y partidos de izquierda- Martínez se autoexcluyó de la escena política. No aportó sugerencias, ni llamados al entendimiento, que se conozcan. Ni siquiera se le escucharon consideraciones acerca del daño que los cortes de ruta le producen a Vaca Muerta, área de su responsabilidad y de la que, al parecer, ha preferido desentenderse.
Los autoconvocados cobraron aumento de sueldo, se les otorgó otro bono y siguen cortando. Ya llevan más de una semana y los piquetes afectan directamente a la producción hidrocarburífera que ha perdido más de 10 millones de dólares desde el inicio del conflicto; al tiempo que la provincia ya perdió unos 50 millones de pesos en regalías.
En paralelo afloraron el desabastecimiento de naftas y el riesgo cierto de que las productoras no puedan cumplir con el plan Gas.Ar, lo que decantaría en un invierno con escasez de ese fluido, en medio de la pandemia.
¿Qué hizo Darío Martínez? En estos días. Según sus posteos en Facebook, se reunió con el rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, con quien coincidió en “la necesidad y la importancia estratégica de profundizar el trabajo conjunto”.
También estuvo “con Carla Monrabal, primera presidenta de un puerto bonaerense”; usó las redes para enviar saluditos “¡Feliz día, investigadoras e investigadores científicos!”, redactó; y estuvo bien lejos de NQN: “Junto al gobernador Gustavo Sáenz y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, estuvimos repasando la matriz energética de la provincia de Salta, en pos de construir un país más federal”, dijo Martínez.