NEUQUÉN (ED) — Otra vez la inseguridad volvió a golpear a los taxistas en la ciudad de Neuquén. Ocurrió durante la madrugada de este miércoles, cerca de las 2:30, y el conductor, Diego Rojas, se salvó de milagro aunque recibió un disparo en uno de sus hombros. La bala sigue alojada en el cuello y si persiste el dolor tendrá que someterse a una cirugía para su extracción. Ya tiene el alta.
Dolorido, con un fuerte ardor en la zona donde tiene alojado el proyectil y asustado, el propio taxista contó lo que pasó. En realidad lo que sufrió. Dijo que una pareja de jóvenes subió en la parada de Sarmiento y Olascoaga y el muchacho le indicó que los llevara al loteo social, en el Oeste de la ciudad.
De repente, como sucede en los viajes, desde la base le dijeron que confirmara el destino. El delincuente se puso nervioso, como paranoico, extrajo una pistola se la apoyó en la cabeza y le ordenó que pasara los semáforos en rojo.
El taxista intentó disuadirlo, pero el sujeto estaba alterado, fuera de sí, entonces apretó el botón anti pánico, clavó los frenos y se tiró del auto. En esa fracción de segundos el delincuente disparó tres veces y le acertó en una.
El sujeto y su compañera salieron corriendo, a él lo atrapó la policía y a ella la rodearon los taxistas. Los dos están presos, pero se dice que ella intentaba calmarlo mientras él le apuntaba al conductor. El coche no tenía cámara.